El flamenco
- Carlona Baca
- 22 mar 2016
- 2 Min. de lectura
La carne de flamenco es un ingrediente extraño para el siglo XXI, incluso es un ave protegida por las organizaciones ambientalistas, sin embargo, era parte importante de las cenas en la antigua roma.
Dentro de un banquete romano había dos principales características, extraños y exóticos ingredientes, es por ello, que el pájaro de plumas rosadas tuvo gran éxito. Se presentaba para los altos mandatarios asado, entero o solo la preparación de su lengua.
Apicio, gastrónomo romano preparaba el flamenco de la siguiente forma:
Procedimiento de preparación:
Desplumar el flamenco.
Lavarlo bien.
Ponerlo a cocer a fuego medio con sal, eneldo y un poco de vinagre.
Atar un manojo de puerro y coliandro (cilantro). Agregar y dejar hervir.
En un mortero agregar pimienta, comino, coliandro, raíz de benjuí, menta, ruda y vinagre.
Servir bañado en su propio jugo.
Características de la lengua de flamenco:
Suavidad
Tamaño grande
Carnosidad
La excentricidad en la preparación de alimentos denotaba poderío, los emperadores se daban el lujo de servir flamenco, ruiseñor, avestruz, cigüeña, loro, sesos de mono entre otros.
El banquete más llamativo fue el del emperador Heliogábalo, que sirvió en una sola noche 1,500 lenguas de flamenco a sus estimados invitados. Su reputación extravagante duro 18 años, donde sus oficiales se deleitaron con seso de faisanes, los leones con papagayos y dentro de su dieta personal crestas de gallos recién cortadas del animal.
Referencias
Daniel Río. (2014). Cocina y Gastronomía de la Antigua Roma. 21 de marzo de 2016, de Blog de Cocina y Gastronomía de Roma Sitio web: http://gastronomiaromaantigua.blogspot.mx
Antonia Rebollo. (2014). "Todo lo que vuela a la cazuela". 21 de mazo de 2016, de Green Area Sitio web: https://antoniarebollo.wordpress.com/tag/flamencos/
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